Qué es el SEO Negativo y cómo se combate
Muchas personas se preguntan qué es el SEO negativo desde que, con los últimos cambios en el algoritmo de Google, han comenzado a aplicarse penalizaciones severas a los sitios que no cumplen ciertas condiciones. Además de esto, existen toda una serie de técnicas que pueden dirigirse en forma de ataques a un sitio web, perjudicándola seriamente.
Ante esta situación, cualquier agencia SEO o consultor SEO dirían que es importante conocer bien el problema, de manera que se pueda llevar a cabo una intervención adecuada. Pese a que en un primer momento pueda semejar una cuestión preocupante, la realidad es que con trabajo y estrategia puede contrarrestarse sin problema.
El SEO negativo: un ataque contra el posicionamiento del sitio
El término SEO negativo hace referencia a todas las técnicas, ataques directos y estrategias que buscan perjudicar el posicionamiento de una web concreta. A través de este, se persigue lograr que Google penalice al sitio, reduciendo la indexación del mismo, hasta el punto de hacerla desaparecer por completo.
Dichas técnicas, conocidas como Seo Black Hat, están orientadas a competir de forma desleal con los rivales, haciéndolos caer. Aunque no interese practicar dichas estrategias, sí es importante tenerlas en cuenta, de manera que sea posible evitar sufrir el ataque de un tercero.
¿Cuál es la razón de ser del SEO negativo?
Como sucede en muchos otros campos, las técnicas de SEO que busca perjudicar a otros son una forma de hacer negocio. Es posible que algunos profesionales con proyectos en internet, frustrados por la falta de resultados o movidos por el deseo de hacer dinero, apuesten por estas prácticas fraudulentas.
También es esencial considerar que, hoy en día, elaborar una estrategia SEO de calidad puede resultar más costoso y lento que esta alternativa. Sin embargo, también es cierto que si el algoritmo de un motor de búsqueda detecta que se están produciendo malas prácticas, un sitio puede desaparecer del mapa para siempre.
Estas técnicas permiten, en todo caso, dañar la reputación online de un tercero. Ello provoca que su lucha por palabras clave resulte mucho más difícil. Por si esto fuera poco, suponen una gran ventaja a la hora de competir, ya que permiten que un sitio crezca mientras un rival pierde posiciones y ha de trabajar para contrarrestar los efectos del ataque.
Con todo, aunque estas técnicas son una realidad creciente, es importante que no se caiga en falsas creencias de ataques. En la mayoría de ocasiones, las penalizaciones puntuales a un sitio se deben a que falla algún apartado concreto del diseño web o del desarrollo del sitio.
Si se tienen dudas al respecto, lo mejor es consultar con una agencia SEO o un consultor SEO profesional, que sabrán determinar con precisión cuál es el problema y qué soluciones pueden plantearse para abordarlo.
En todo caso, la cantidad de ataques de este tipo, hoy día, va en aumento. Por este motivo es clave tener algo de conocimiento sobre el tema, mejorando la capacidad de reacción, pero también previniendo posibles situaciones adversas.
¿Supone el SEO negativo una amenaza real para un sitio?
Sin lugar a dudas. Cualquier persona con conocimientos de Black Hat SEO podría trabajar en contra de la reputación online de un sitio, provocando importantes caídas en su posición en cuanto a resultados de búsqueda.
No es una cuestión de seguridad, calidad del diseño o servidores, sino que puede producirse con independencia del esfuerzo que se ponga en optimizar el sitio. Aunque no todo el mundo vaya a ser atacado, lo cierto es que nadie puede considerarse inalcanzable por estas estrategias.
De este modo, es esencial que los responsables del sitio sean conscientes del riesgo, comprendiendo que, conforme una web crece, es más probable que sufra algún tipo de ataque que aproveche estas técnicas.
¿Puede llegar a perjudicar mucho a un sitio?
Absolutamente. Un ataque de Black Hat SEO a gran escala engaña, literalmente, a Google, haciéndole creer que estás tratando de forzar a su algoritmo a posicionarte mejor.
Esto traerá consigo, de forma automática, alguna penalización por parte del principal motor de búsqueda. Dicho castigo puede llegar a través de dos canales: penalizaciones manuales de Google, o penalizaciones algorítmicas. Ambas tienen graves consecuencias.
Penalizaciones manuales de Google
Se trata de un castigo directo que impone el motor de búsqueda más importante y que, en la práctica, representa que el sitio ha sido desindexado de forma directa. Aunque en un primer momento genere dudas, es posible darse de alta en Search Console, lo que generará una notificación en el caso de que una web sea penalizada de este modo.
Si se sufre una penalización de este tipo, es posible solucionarla para, después, recurrir ante Google y solicitar una reconsideración del caso. Lo más frecuente es que el buscador te sugiera los cambios a implementar y, una vez arreglado, quiten la penalización. Con todo, el tiempo transcurrido sin figurar en los resultados del motor puede suponer importantes pérdidas de PageRank.
Penalizaciones algorítmicas de Google
A diferencia del caso anterior, se trata de un asunto más complejo porque, incluso si se está dado de alta en Search Console, no se genera notificación alguna del castigo. Con todo, una de estas penalizaciones puede detectarse ante una caída drástica de visitas, que queda registrada en Google Analytics.
En caso de no detectar esta situación y no solicitarse una reconsideración a Google, se vuelve muy complicado lograr una solución satisfactoria. Al no ofrecerse ningún tipo de consejo ni guía al usuario, solo queda probar diferentes opciones hasta que el algoritmo de Google se actualice, confiando en que sea suficiente.
Google puede ser de ayuda ante un caso de SEO negativo (o no)
Google ha creado las directrices y caminos para que la gente pueda intentar solucionar cualquier problema con las penalizaciones. Sin embargo, prioriza sus propios intereses, de manera que no siempre resulta sencillo conseguir que un proyecto afectado por SEO Black Hat vuelva a estar al pie del cañón.
Esto no se debe a una falta de voluntad por parte del buscador, sino al hecho de que existen demasiadas páginas web como para poder hacer un seguimiento personalizado de todas ellas. No se trata de un descargo de responsabilidad, ya que la empresa responde activamente a través de foros, enviando notificaciones a los usuarios y ofreciendo guías. Sin embargo, no siempre son suficientes.
En todo caso, es fundamental partir de la base de que Google asume que es el propio webmaster quien debe hacerse cargo de cualquier problema con SEO negativo. No hay precedente alguno en el que la compañía haya intervenido de forma directa para ayudar a un usuario, de manera que es previsible que nunca vaya a suceder.
La información sobre SEO negativo es limitada y confusa
A pesar de que está claro que existe, Google no hace referencias directas al asunto, evitando generar polémica e histeria colectiva ante las pérdidas de posicionamiento de un sitio web. Oficialmente, sin embargo, aclaran que nadie tiene el poder de influir de forma directa en una web.
No obstante, no aclaran si, a través de un engaño al algoritmo, podría hacerse esto. Siendo público y notorio que es posible conseguirlo a través del Black Hat SEO, parece que la alternativa que queda a los responsables de cualquier web es conocer las principales técnicas que este utiliza.
De este modo, es posible reconocerlas e intervenir antes de que se generen las penalizaciones pertinentes que, como se ha visto, pueden tener graves consecuencias para cualquier proyecto.
Utilización del Linkbuilding para producir SEO negativo
En tanto que se trata de la estrategia más antigua, es bastante conocida y, por lo tanto, no suele funcionar. Esto se debe a que requiere que el sitio atacante cuente con cierto bagaje y, sobre todo, autoridad al generar enlaces. Dos características que los sitios malintencionados rara vez cumplen.
SEO negativo con enlaces de baja calidad
Como se comentaba, resulta extremadamente común, ya que no es complicado plantear y ejecutar esta estrategia que, además, resulta bastante económica. Parte de la base de insertar enlaces masivos en cualquier blog, foro o espacio en internet que no esté siendo moderado.
Dichos enlaces se manifiestan a través de la llegada repentina de miles de ellos al sitio, con orígenes desconocidos o de dudosa credibilidad. Puede combatirse de forma sencilla, agregando el atributo "nofollow" a dichos enlaces, de manera que sus efectos de moderen, reduciendo su impacto a la mínima expresión.
Con todo, es importante revisar que se trate de enlaces de este tipo. Una confusión entre enlaces de baja y calidad, aunque solo se trate de un caso, podría generar un daño al SEO del sitio, que luego sería muy difícil reparar.
SEO negativo con enlaces de calidad
En este caso, el ataque se vuelve mucho más serio. El procedimiento es semejante al del caso anterior, pese a que la velocidad de entrada de los enlaces se incrementa exponencialmente y de forma paulatina. La intención de este tipo de ataque es hacer creer a Google que dichas referencias se han comprado, provocando una penalización.
Para combatir este ataque, en primer lugar, es fundamental dar de alta la web en Google Search Console, ya que es la única forma de monitorizar de forma correcta los enlaces. Así, se hace posible identificar un cambio en la tendencia, de modo que en el momento en que se genere un exceso de enlaces, sería posible intervenir de forma ágil.
Una vez se ha detectado la entrada de enlaces irregulares, el siguiente paso sería establecer contacto con el dueño de la página web de referencia, solicitando la retirada de los enlaces o la inserción, al menos, del atributo "nofollow", de manera que el impacto del mismo descienda de manera automática.
En el caso de que el webmaster no responda o no se haga cargo, la herramienta Disavow permite desautorizar los enlaces, lo que podría servir para que Google los ignore, evitando la penalización. Con todo, conviene no caer en la obsesión en dichos enlaces negativos, ya que solo se está produciendo un problema cuando su número aumenta de manera extraordinaria. No es necesario, pues, revisar de forma exhaustiva todos y cada uno de ellos, pero sí mantener un control sobre lo que está sucediendo en el sitio.
Otra consideración relevante radica en examinar de cerca las palabras clave que se utilizan en dichos enlaces. Los que busquen causar un mayor daño utilizarán siempre las palabras que más interesan al sitio, haciendo creer a Google que se trata de un caso de keyword stuffing. Ante esto, basta con seguir los pasos anteriores o, no siendo posible, pelear por dichas palabras hasta que el ataque cese o se encuentre una solución alternativa.
Conviene recordar que, ante este tipo de enlaces masivos y claros, Google suele aceptar la desautorización de los mismos, por lo que es posible combatir estas amenazas de forma eficaz.
SEO negativo a través de textos ancla
Por sorprendente que parezca, uno de los ataques más agresivos que un sitio puede sufrir llega a través de que alguien cree una estrategia de SEO corriente, pero utilizando técnicas que Google considera abusivas. Ante esta simulación, es difícil demostrar que se trata de una farsa, ya que cualquier persona podría estar utilizando técnicas de Black Hat SEO para posicionarse de forma rápida.
Para evitar este problema, una de las decisiones más importantes pasa por evitar a toda costa utilizar técnicas de SEO que Google pueda considerar cuestionables ahora o en el futuro inmediato. Moverse en el filo de la legalidad dentro de las normas del motor de búsqueda es una apuesta arriesgada y que, además, no suele terminar bien.
Por si esto fuera poco, apoyarse en estrategias como generar enlaces en blogs que ya no estén activos o utilizar palabras clave exactas con carácter comercial es la vía más directa a provocar que el sitio sea atacado de forma masiva.
Enlaces masivos con texto ancla que contienen spam
Si se lleva a cabo una revisión exhaustiva de los enlaces, es posible que se encuentren palabras clave extrañas dentro del texto ancla de los mismos. Cuando esto se produce, suele tratarse de términos realmente infrecuentes, o que la persona que genera el contenido jamás habría utilizado.
Resulta sencillo reconocer este tipo de ataque, ya que los términos tendrán una baja densidad dentro del total de un sitio. Además, tienden a incluir temáticas que no tienen nada que ver con el mismo.
Sin embargo, es importante considerar que este tipo de ataques puede representar el primer paso que un competidor da para agredir a un sitio. Se trata de una estrategia pobre, que rara vez da resultado, pero que podría escalar hasta convertirse en un problema serio.
En el supuesto de que dichas palabras clave no sean frecuentes en los contenidos, no es una cuestión que deba generar preocupación alguna. Esto es especialmente cierto cuando se trata de palabras clave que hacen referencia al mundo de la piratería, o que no utilizan el mismo idioma.
Los sistemas de detección de Google perciben con claridad este tipo de situaciones, de manera que, salvo que se ignoren por completo y se dejen pasar los enlaces como consecuencia de una mala gestión, no se trata de un ataque que llegue a buen puerto.
Por regla general, y salvo en contadas excepciones, es muy poco probable que eso genere penalización alguna. Además, dichos términos tenderán a desaparecer con el tiempo, conforme desaparecen los sitios de baja calidad de los que proceden.
Enlaces masivos con texto ancla que contienen palabras clave principales o comerciales
Si se trata de un ataque que suponga la entrada masiva de enlaces con el atributo "dofollow", la cosa se complica. Sobre todo, si incluyen palabras clave que tengan cierta frecuencia en el sitio o que, por decirlo de alguna manera, se incluyen en el contenido de forma regular. En este caso es muy probable que el ataque tenga éxito, a no ser que se haga algo al respecto.
En este caso, es probable que Google detecte, de forma errónea, que todas las palabras clave que llegan a través de esos enlaces se están utilizando de forma abusiva para generar posicionamiento. Así, anularía el valor que aportan a la web, provocando una caída enorme a nivel de posicionamiento que difícilmente se podrá recuperar.
El problema radica en el hecho de que, al intervenir, la herramienta de detección no diferencia los enlaces de calidad de aquellos fraudulentos. Por ello, cuando el usuario interviene ya es demasiado tarde, perdiéndose todo el valor de las palabras clave.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Una vez más, el primer paso radica en examinar minuciosamente la densidad de palabras clave en los textos ancla de los enlaces. Esto puede hacerse a través de un registro histórico de los mismos, que permitirá examinar cómo estaban las cosas previamente, durante y después del ataque. Así será posible conocer el alcance del mismo.
Cuando ya se han detectado las palabras clave afectadas, es esencial detectar el perfil que Google consideraba válido antes del ataque, intentado reducir en él la densidad de esas palabras clave tanto como sea posible. Todos los medios que puedan utilizarse para esto serán de ayuda.
Con todo, y a pesar de lo crítico de la situación, es importante que el cambio de haga de forma progresiva. Esto se traduce en que la densidad de la palabra clave no debe bajar de un golpe, sino poco a poco, de manera natural. Si a pesar de esto la situación no mejora, será necesario seguir reduciendo la densidad hasta que lo haga.
Al mismo tiempo, contribuirá mucho a mejorar las cosas la creación de nuevo contenido, además de lograr enlaces de calidad que apunten hacia el sitio utilizando palabras clave de marca, o neutras. Es fundamental evitar el uso de palabras clave exactas, al menos hasta que el ataque cese.
SEO negativo a través de dominios tóxicos
Una de las técnicas más comunes para evitar penalizaciones al mover contenido de una URL a otra es redigirir el tráfico del sitio de forma temporal. Esto genera una penalización que, tarde o temprano, acaba afectando tanto al antiguo dominio como al nuevo, ya que se trata de algo que no sienta bien al algoritmo de Google.
En este punto se genera una oportunidad de ataque, ya que un competidor podría aprovechar la vulnerabilidad para redirigir un dominio penalizado hacia una web concreta, provocando una penalización todavía mayor.
Cómo evitar el SEO negativo de este tipo de dominios
En primer lugar, resulta fundamental identificar si la autoridad del dominio ha caído o está cayendo de forma rápida. Si esto está sucediendo, es importante incluir el dominio redirigido en el fichero Disavow, de manera que se desautoricen los enlaces tanto como sea posible.
Más allá de esto, es prioritario identificar el hosting donde se aloja el dominio tóxico, haciendo saber a los administradores cuál es tu situación. Al hacerlo, conforme a la ley vigente, es probable que eliminen la redirección o que, directamente, suspendan la cuenta que está llevando a cabo esta actividad irregular.
Es posible que alguna página con elevada reputación envíe un enlace de forma orgánica, generando resultados negativos. Si esto sucede, es importante verificar las razones, tomándose las medidas legales pertinentes si se trata de un enlace que se sospeche que ha podido ser comprado, o una campaña de difamación en la red.
SEO negativo a través de enlaces orgánicos
Lograr enlaces orgánicos de calidad es una de las tareas más difíciles a las que puede enfrentarse cualquiera. Una vez logrados, es importante que permanezcan ahí, ya que generan autoridad y posicionamiento para el sitio sin necesidad de hacer nada. Una situación que, casi siempre, aprovechan los rivales.
¿Cómo se consigue esto? Normalmente, se hace a través de la suplantación de identidad, o haciéndose pasar por terceros. Enviar un correo informando de que es necesaria su retirada puede conducir a que los enlaces caigan, arruinando la estrategia de enlaces orgánicos del sitio, y perjudicando seriamente su SEO.
Otra forma de conseguir esto es fingiendo ser una agencia SEO, que está reestructurando el perfil de un cliente o realizando una labor de mantenimiento en la red. Muchos webmasters retiran los enlaces sin valorar la procedencia del correo de referencia, lo que puede suponer un problema grave para la web enlazada.
También es frecuente toparse con publicaciones numerosas en páginas que hagan reseñas falsas de una web o un sitio, publicándolas desde Google My Business o similar, ya que ataca al posicionamiento y, además, perjudica seriamente la reputación online del sitio.
¿Se puede hacer algo al respecto?
Como siempre, sí, aunque requiere trabajo. Es fundamental monitorizar los enlaces más relevantes para el sitio, contactando siempre al webmaster en caso de que desaparezcan, de manera que se pueda descubrir qué ha sucedido. Los enlaces orgánicos son una de las piezas más valiosas que construyen la reputación y posicionamiento del sitio, por lo que es esencial que se mantenga una atención exhaustiva sobre los mismos.
Además, vigilar las reseñas hacia el sitio será de gran ayuda, del mismo modo que deben denunciarse las suplantaciones de identidad o intentos de perjudicar a un sitio que vulneran los derechos de las personas. Esto puede hacerse ante Google, otros motores de búsqueda y, por supuesto, las empresas proveedoras de hosting. No obstante, es posible hacer todavía más.
En muchas ocasiones, cuando el ataque cesa, la víctima no denuncia a quien agrede su negocio. No obstante, en el caso de la suplantación de identidad de una persona o empresa, la ley prevé consecuencias muy graves. Si todas las personas que reciben este tipo de ataques y desenmascaran al autor acudieran a la justicia, podría lograrse que esta práctica desapareciese.
SEO negativo por contenido duplicado
Otra estrategia frecuente es utilizar el contenido duplicado para dañar el posicionamiento de un tercero. Esto se consigue a través de la generación de copias de los artículos, que se publican de forma indiscriminada en otros dominios. Los sistemas de Google detectan el fraude, castigando a quienes copian. O no. En ocasiones, con una adecuada técnica, puede engañarse al buscador, provocando que penalice al sitio que publicó la información originalmente.
¿Cómo se logra esto? El atacante solo tiene que conseguir indexar el artículo en Google antes de que su objetivo. Si esto sucede, el último en indexarse será considerado el dominio que duplica el contenido. Esto supone un robo de propiedad intelectual en toda regla, pero, en internet, se hace muy difícil demostrar quién publicó antes y quién lo hizo más tarde.
Así las cosas, es esencial una intervención urgente ya que, en caso de no hacer nada, con el paso del tiempo se irá perdiendo posicionamiento conforme las penalizaciones se sucedan.
Aunque existen guías que recomiendan seguir publicando e imponerse a través de la indexación rápida, la realidad es que solo una intervención garantiza que se eviten las penalizaciones. Las técnicas de Black Hat SEO son cada vez más sofisticadas, por lo que llegado el caso puede suceder que, aunque se publique siguiendo un criterio de seguridad, uno de los artículos se posicione, provocando un castigo de Google.
Como se ha visto, las penalizaciones son algo que, una vez instaurado, es difícil evitar. De este modo, es mejor prevenir que solicitar después a Google que reconsidere el caso.
¿Qué se puede hacer al respecto?
La solución más fácil pasa por indexar todos los artículos tan pronto como se publiquen, de manera que se complique mucho la posibilidad de engañar a Google. El buscador sabrá a ciencia cierta cuál es el contenido original, lo que debería evitar un buen número de penalizaciones.
A pesar de que esta medida solucionará el problema en gran medida, es esencial ir un paso más allá y contactar al responsable del sitio web, solicitando que retire el contenido duplicado. Aunque la sospecha sea clara, siempre es posible que haya sido víctima de un ataque y no sea consciente de que alguien está publicando en su sitio sin su permiso.
Si, a pesar de esto, el webmaster persiste en su conducta, será necesario llevar las cosas a un nuevo nivel. La solución más eficaz es contactar con el hosting para informar de la situación, y hacer lo propio con Google, de manera que el ataque perderá más y más fuerza. Además, es posible configurar alertas en Google en caso de contenido duplicado, evitando disgustos en el futuro.
El SEO negativo se combate con una defensa profesional
A pesar de que los webmasters pueden tomar medidas de intervención cuando los ataques ya se han producido, es fundamental contar con una línea de defensa orientada a la prevención. Esto se debe a que, en la mayoría de los casos, este tipo de situaciones se contrarrestan con una gestión exhaustiva del sitio, con atención a las vulnerabilidades y, sobre todo, precaución en los momentos más delicados.
Los competidores están dispuestos a hacer lo que sea necesario por ciertas palabras clave, aguardando el momento adecuado para arrebatárselas, aunque solo sea durante unos días, a su rival. A través de esto se logran resultados reales, por lo que, aunque no sea necesario alarmarse, sí es importante tomar consciencia de que la amenaza es real. Por este motivo, y especialmente cuando se trata de negocios online, es fundamental trabajar con previsión y estrategia, poniéndose en manos de verdaderos profesionales.
Todo el mundo puede llevar un pequeño blog o una web que empieza su andadura pero, en entornos profesionales y altamente competitivos, es probable que las cosas se compliquen. Además, como se ha visto, los ataques pueden producirse de forma repentina.
Si los enlaces están controlados día a día, se revisa la densidad de palabras clave y se da de alta el sitio en Search Console, parece difícil que una web sea víctima de las técnicas de SEO negativo o Black Hat SEO. No obstante, apostar en Posicionamiento web Madrid como una agencia SEO o un consultor SEO es la mejor garantía para asegurarse de que una página está a salvo. No existen las fórmulas perfectas y siempre es posible que un atacante dedique muchos recursos a agredir a una web, pero será posible gozar de más tranquilidad.
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